25 mayo, 2011

Para que me quejo? para que lloro? si igualmente, mis sentimientos sólo a mi hacen trozos

Lágrimas amargas joden mi rostro, porque me he llevado la fama de sincera al llamar zorra a la cara, pero es que la gente me saca de quicio. Que ayer lloré, hoy os saco el dedo corazón y mañana, seguramente volveré a pararos una puñalada antes de que sea tarde. Me acusan de estar siempre con la sonrisa en la cara, pero eso no significa que ni sienta nada ni esté bien por dentro, y es que yo canalizo el dolor de mala forma. ¿Qué, hablas conmigo o con mi espalda? Porque te digo en serio que ya ni lo sé. Os quejáis de que no confío en vosotros pero, explícame como quieres que lo haga, si la gente de frente es amable, de perfil no tanto y cuando te das la espalda la puñalada fija. Que hoy gritaré a los cuatro vientos que os jodan, que no os quiero, que lo siento si alguna vez habéis sido algo para mí, que conmigo misma me basto, porque solo yo valgo la pena. ¡Ahora llámame sobrada, venga, te invito a hacerlo! Que yo aprendí a ostias y a ostias seguiré aprendiendo, que me caigo y me levanto y sino, iré a rastras, ¡Qué mas da! Te repito, llámame sobrada, que sólo será una mentira más que añadir a tu vocabulario. Y dáñame, venga, estoy tan jodida que creo que más espinas en mí no caben, así que, ¡adelante! Porque al final sólo gano cuando soy mala.
Si quieres triunfar, enseña el escote, échate pote, ahórcate con una cuerda, rífate con tu mejor amiga a ver quién es más cerda. Si eres un tío, corónate como un putón, de 24 horas 25 estás de calentón.

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