25 mayo, 2011

Carta de suicidio.

Lunes
Querido diario:
Hoy me vuelvo a hacer las mismas preguntas de siempre. ¿Por qué, si soy amable, me responden amargamente? ¿Por qué, si siempre doy la mano, me apuñalan por detrás? ¿Por qué intentan joderme, si sólo intento ayudarles? Me han intentado hacer caer al abismo de la tristeza tantas veces, que creo que he perdido la razón...
Martes
Querido diario:
Hoy vuelvo a estar en la soledad de mi almohada, me han vuelto a golpear con dolor y odio, he vuelto a llorar amargamente pensando en lo desgraciado que es este mundo y me he vuelto a hacer las mismas preguntas. Pero cada vez me queda menos gente a mi lado, porque cada vez más me utilizan como un pañuelo. ¿Qué hago?
Miércoles
Querido diario:
No puedo más. El corazón me pesa y me hace daño, creo que esta vez no podré soportarlo... me han clavado tantas espinas que ya perdí la cuenta. Ya no lloro, pero porque el dolor es tan grande que las lágrimas no significarían nada, tampoco grito de rabia, porque tampoco es nada comparado con el monstruo que tengo yo adentro.
Jueves
Querido diario:
¿Qué me pasa? Ya no siento dolor, ni odio, no siento nada. Hoy me han intentado joder, pero no he sufrido, he estado ahí, indiferente y ajena a todo. Lo he soportado, bueno no, no he soportado nada, me ha atravesado limpiamente, porque mi corazón, harto de todo, se ha cortado las venas. No siento odio, ni dolor, pero tampoco siento felicidad ni alegría...
Viernes
Querido diario:
La gente huye de mí. No me quieren ver la cara, he llegado a oír que doy miedo. Pero no miedo por tener una cara de psicosis impresionante, sino porque dicen... que mis ojos ya no reflejan luz, que mi boca ya no tiene una sonrisa y que mi cara... mi cara parece la de una máquina, de esas que no sienten nada... Por lo que me tienen miedo, y no se acercan.
Sábado
Querido diario:
La gente sigue igual que ayer, pero no siento la soledad, porque verdaderamente... me da igual. Sin embargo, he decidido hacer algo que todavía no he hecho, y es mirarme al espejo, ver qué es lo que aterroriza tanto a la gente y que les impide acercarse a mí, hablarme o joderme, como les gustaba hacer antaño...
Domingo
Carta de suicidio:
Papá, mamá, para cuando leáis esto yo ya no estaré entre vosotros. No sintáis pena por mí, sentirla por aquellos que han conseguido esto. Ayer me miré al espejo, y vi lo que mis compañeros han conseguido de mí: un cuerpo sin alma, sin sentimientos ni emociones. Sí, doy verdadero miedo. Pero se lo han buscado ellos. Y ahora me dirijo a vosotros: ¿No es esto lo que queríais, acabar conmigo y mi corazón? Ya lo habéis conseguido. ¿Estáis contentos? Habéis logrado destruir un alma amable más... en peligro de extinción. ¿Qué, no era lo que buscabais? ¡Habérselo pensado antes! Porque me habéis matado vosotros, sí, vosotros con vuestras puñaladas, me habéis matado por dentro. Y un cuerpo sin alma es un cuerpo muerto, así que para estar sin sentimientos, mejor estar sin nada...
Papá, mamá, y todos aquellos que estuvieron a mi lado, que son pocos, gracias. A los demás... que os jodan, y que caiga en vuestra conciencia que vosotros me habéis matado, quizás así maduréis... aunque demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario